Con Faldas y a lo Loco

Hay quien dice que el honor de ser los primeros travestís del mundo del celuloide corresponde sin lugar a dudas a Tony Curtis y Jack Lemon en “Some Like it Hot” (1959).Traducida muy injustamente con el título de “Con Faldas y a lo Loco” debido a una canción de moda de la época, nos muestra unos hombres de pelo en pecho capaces de vestirse de mujer sin pestañear si quiera. Claro que lo hacían empujados por las circunstancias y por una banda de gansters que les perseguían pero eso no les quitaba el mérito en tanto en cuanto lo hacían en una época en la que el hombre debía rendirse a “lo viril” y masculino.
Ambos se metían tan sumamente bien en sus papeles, que acababan haciéndose “amigas” de Marilyn Monroe. Su personaje, por desgracia, era el de rubia guapa y tonta de remate que tanto gustaba en los años cincuenta y que, aun siendo en una comedia, no dejaba de ser un arquetipo a seguir por las mujeres del momento y lo que los hombres querían encontrar en la futura madre de sus hijos.
Tras diversas situaciones, muy divertidas, Tony conseguía el amor de Marilyn y Jack el de un millonario que le quería tal y como era en un último diálogo genial.
-"Soy un hombre" - le dice Jack como razón de peso para no aceptar su petición de matrimonio que el millonario se empeñaba en mantener a pesar de las excusas de su "prometida".
- "Bueno, nadie es perfecto" - contesta el millonario Osgood.
Y es que el amor no conoce de fronteras, de sexos o de convenciones sociales. Se ama a una persona, no a un hombre por el hecho de ser una mujer ni a una mujer por el hecho de ser un hombre.
Ah, y que conste que Billy Wilder era un genio.