miércoles, septiembre 27, 2006

Tanga para Tres

Hace tres años pasé de estar preocupada constantemente por mi ropa interior a no estarlo en absoluto. No es que decidiera pasar olímpicamente de combinar conjuntos y usar la marca de bragas de mi abuela, no, es que me pasé al tanga y a las microfibras (tecnología textil que hace las prendas más suaves, flexibles y transpirables y fáciles de llevar). Como dicen en un anuncio, fue la revolución de los chiquiprecios…digoooo, una revolución para mi feminidad y la confirmación de que lo que decía mi ya nombrada abuela sobre que para presumir hay que sufrir no era verdad. El tanga me ha cambiado la vida. La comodidad que lleva implícito su uso no está reñida con los diseños seductores que nos hacen sentirnos deseadas y aunque hay quien dice que hay que pasar un período de “adaptación” a la prenda en cuestión el único secreto es comprarse una talla más al principio. Pero hay opiniones para todos los gustos. Como la de este señor bigotudo nacido cuando los Australopithecus jugaban a la comba en el Plioceno. Leed chicas, leed y reíd porque no merece la pena llorar por opiniones como éstas.
Hagamos una fiesta del Tanga e invitemos al Cromañón del artículo.¿Cuántos milisegundos creéis que tardará en decir que sí?

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2 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

¿Fiesta de tangas?
Cuando? donde?

jueves, septiembre 28, 2006  
Blogger Sheena ha dicho...

Vas a estar de mono con el tuyoooooo...
XD XD XD

jueves, septiembre 28, 2006  

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