jueves, agosto 30, 2007

Estreses

He pasado una semana muy rara. El domingo y el lunes: migraña; el martes: dolor de cuello y el miércoles: dolor de estómago. Yo pensaba que era el cambio de tiempo, la vuelta de un calor insoportable en plan bochorno que no terminaba de romper en lluvia veraniega para descargar la tensión atmosférica. Pero parece ser que no, que se debe a que llevo más de un mes esperando a que una Doña (expresión Canaria para hablar de Señora de la Casa, Mari…) vuelva de sus vacaciones para firmar el contrato de alquiler del piso al que debería haberme mudado a principios de Agosto. Sumemos la incertidumbre al histerismo que me entra cuando pienso en la inminente mudanza y ¡voilá! Estrés garantizado. Ayer, después de la segunda tila con manzanilla de la que tuve que tirar en el trabajo para no seguir sintiendo un rock&roll en mi estómago y poder ganarme las habichuelas, la tensión de mi cuerpo hizo PLOF (sí, sí, con mayúsculas). Me quedé suave como un guante aunque nada espabilada (debido a la falta de cafeína en la sangre durante todo el día). Una siestita después del capítulo sobremesa de Bones hizo el resto.

Mi jefe, gracias majete, me decía que no me preocupara y menos por la mudanza. Que el hombre con el que me iba seguro que no lo estaba y que su única preocupación iba a ser si tenía todos sus cómics perfectamente guardados y protegidos para resistir la mudanza y si la tele y la consola iban a caber en la mesa de Tv. del Ikea que habíamos elegido por Internet. Que no teníamos platos y vasos ni cubiertos, pues daba iguaaaaal. Ya nos apañaríamos si eso comiendo en la encimera de la cocina con las manos en plan medieval…(¡¡¡!!!¿¿¿!!!)

Ante tal despliegue de sabiduría (se ve que mi jefe ha asistido a muchas mudanzas o a que es hombre) me puse a meditar sobre ello y llegué a la conclusión de que si preguntaba a Ti si estaba preocupado por la mudanza y me contestaba que ya tenía sus juegos de la Play envueltos en papel de burbujas, mandaría a la porra tanto estrés y me dedicaría a mimar al Mintxi, al que ya no podría acariciar más una vez me mudara porque es el gato de mi futura ex - compañera de piso (y estaría mal que lo secuestrara).
Así lo hice y miren, mi vida se ha vuelto más tranquila y feliz.

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5 comentarios:

Blogger Pimkie ha dicho...

Nena, te leo y me reconozco. Estoy pasanso por lo mismo, y entre la búsqueda del piso perfecto, los nervios antes de firmar el piso perfecto por si había algún problema con el dueño o no le habíamos caído en gracia, y ahora preparar la mudanza, estoy que no puedo con mi vida.

jueves, agosto 30, 2007  
Blogger Cattz ha dicho...

Ja, yo también estoy en situación de estrés: venta sin concluir de piso actual, mudanza a otra ciudad, vuelta de las vacaciones para trabajar una semana e irme (sin saber si mi jefe me dará la posibilidad de paro o no, porque se enfadó porque me iba), operación de miopía, visita de familiares antes de mi partida, cajas, cajas y más cajas, despedirme de mi gato-perro Caos que se queda con mis padres, preparar el recibimiento de mi perra-perra Eme en Granada... y todo esto en 20 días y el reloj detrás con su tic-tac-tic-tac...
No me extraña que me cueste tanto dormir XD
¡Un besote y mucha suerte para ti!

viernes, agosto 31, 2007  
Blogger Necio Hutopo ha dicho...

Pero, qué pasa? Todo mundo se está mudando con su respectiva pareja?

La humanidad no aprende

viernes, agosto 31, 2007  
Blogger Cattz ha dicho...

En mi caso yo me estoy mudando a una casa en una ciudad distinta de la de mi pareja. Tranquilidad emocional después de convivir un añito lo llaman XD

viernes, agosto 31, 2007  
Blogger Necio Hutopo ha dicho...

"En mi caso yo me estoy mudando a una casa en una ciudad distinta de la de mi pareja"...

Bueno, la humanidad aún tiene algunas esperanzas...

(sí, lo sé, cada quien habla de la feria como le va en ella)

domingo, septiembre 02, 2007  

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