Acierto de Concierto
Llegada una edad, que te pongan un concierto de tu grupo preferido en miércoles laborable teniendo que levantarte a las seis y media de la mañana al día siguiente, jode. Mucho. Pero como se suele decir, sarna con gusto no pica y es que me guardé el cansancio en el bolsillo y disfruté como una enana. Salté, aplaudí, les grité procacidades al teclista, al bajista y, ya que estaba, al guitarrista. Y hasta les hubiera hecho la ola a sabiendas de que no se me iba a ver porque soy muy bajita.
Últimamente mis planes finesdesemaniles son relativamente tranquilos y relajados. Supongo que va por épocas. Y no es que me queje, ya que desde los dieciséis añitos me ha gustado la juerga y en mi vida me lo he pasado de [aquí vendría una palabrota] madre. Así que, lejos de agobiarme, valoro la tranquilidad en lo que vale.
Pero el concierto.
Casi dos horitas de intenso metal gótico (con un calor de mil pares de demonios, lo habitual en La Riviera) en los que la banda estuvo comunicativa al 100%. Nueva cantante, nuevas canciones y las antiguas adaptadas al tono de voz de Anette, sonando diferentes pero con la misma fuerza de siempre.
Últimamente mis planes finesdesemaniles son relativamente tranquilos y relajados. Supongo que va por épocas. Y no es que me queje, ya que desde los dieciséis añitos me ha gustado la juerga y en mi vida me lo he pasado de [aquí vendría una palabrota] madre. Así que, lejos de agobiarme, valoro la tranquilidad en lo que vale.
Pero el concierto.
Casi dos horitas de intenso metal gótico (con un calor de mil pares de demonios, lo habitual en La Riviera) en los que la banda estuvo comunicativa al 100%. Nueva cantante, nuevas canciones y las antiguas adaptadas al tono de voz de Anette, sonando diferentes pero con la misma fuerza de siempre.
Me he levantado con agujetas, cansada de dormir menos horas de lo habitual, con hambre (no cené), con un kilo menos después de tanto baile y salto y un poco resacosa (supongo que por el vino de ribeiro que nos pimplamos en la tasca gallega de la esquina antes del concierto) pero contenta de no habérmelo perdido.
¡NIGHTWISH!
Etiquetas: Goth
3 comentarios:
Hola
La verdad es que yo, cuando puedo, no dejo de ir a conciertos entresemana. Sí, sé que si hay que currar molesta (jode) y supone un sacrificio pero compensa tanto como deduzco de la última frase de tu post.
Aquí en el norte se echaba mucho de menos salas como Sol o la Riviera madrileñás. Gracias a dios en torno a los bilbaos el tema ha cambiado y hoy podemos disfrutar del rock, que no es cuestión, como piensan algunos, exclusiva de fines de semana.
un saludo!
desahogandome.blogia.com
Pues la edad es lo que tiene, que no hay que dejarla ganar...
Isladner, es uno de los temas que más me gusta del nuevo disco, junto Master Pasion Greed y Seven Days to Wolves (a ver si las escribí bien...).
Lastima de haberme perdido el concierto.
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio