Tropezón
Cuando Sheena o alguna de sus compañeras de trabajo se van de vacaciones/se ponen enfermas/se casan/se les muere el canario EmpresadeSheena recurre a una conocida ETT para que envíe una persona cualificada (já!) que haga su trabajo durante ese período. Las ETT tienen consultores que llevan “cuentas de clientes”. En el caso de EmpresadeSheena, teníamos un consultor majérrimo que se fue (si, eso, se fue) de la ETT hace unos días y la jefa del consultor majérrimo se dispuso visitarnos con la nueva consultora para hacer las presentaciones pertinentes. Imagino que quería que le pusiéramos cara a la susodicha para que cuando habláramos por teléfono supiéramos que estábamos hablando con una persona humana y no con una máquina deseosa de conquistar el mundo (o algo).
Estaba liada. El teléfono no paraba de sonar y las dos chicas estaban plantadas delante de mi mesa, intentando mantener una conversación conmigo mientras contestaba al teléfono, redactaba un fax y bebía tragos de una taza de café que ya estaba helado. La jefa de la consultora que no era una máquina deseosa de conquistar el mundo mostraba una cierta “barriguita” debajo del blusón (estos que están tan de moda, fruncidos bajo el pecho y con caída desde ahí). Así que, mientras esperaba que me pasaran una llamada, la miré, sonreí y con alegría le dije:
- ¡Enhorabuena!
La jefa de la consultora que no era una máquina deseosa de conquistar el mundo y la consultora se miraron con extrañeza mientras me daba cuenta de mi error: la jefa de la consultora etc etc etc no estaba embarazada, estaba…gordita. Y yo no tengo nada en contra de las gorditas, yo misma he cogido unos kilillos de más últimamente, pero claro, la moda actual lo que tiene es que nos hace parecer embarazadas a todas las mujeres en edad de merecer (malditas camisolas). Con lo que para “arreglarlo” no se me ocurre otra cosa que soltar:
- Enhorabuena… por la elección de la última persona que enviasteis a realizar una sustitución. ¡Nos quedamos encantadísimos!
La muchacha no estaba mal, claro, pero tanto como para quedar encantadísimos pues no, pero como era eso o que me tragara la tierra pues preferí salir por peteneras y quedar de “Sheenaesunpelíntonta” a quedar como que“Sheenaestotalmentetonta”.
Lo bueno es que parece que se lo tragaron y conseguí salir indemne del tropezón. Ahora, cuando llaman de la ETT, le paso la llamada los de RRHH, que para eso están.
Etiquetas: ¿Trabajando?, Basado en hechos reales
6 comentarios:
Qué mal rato!!
Aunque para mí que saliste muy bien del atolladero ... Eso es ser rápida mentalmente!!
Trabajo de cara al público y, en menos de un mes, ya me han preguntado 2 señoras si estoy embarazada!!! Qué trauma, jaja. La culpa de todo la tienen "las malditas camisolas"...
Eso me recuerda enormemente a un capítulo de Malcon in the middle... Si encuntro el tubo lo pongo
¡Esos reflejos, dí que sí!
Mostraste buenos reflejos, es cierto.
Y sí, me probé dos camisetas de esas en Promod el otro día y me horroricé.
Se supone que las camisolas deberían "disimular" la tripilla pero dan el resultado contrario: ¡la "intensifican"! Eso sí, siempre es alegre que te den la enhorabuena por algo, aunque no sea el caso.
besukis!!
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