A Mis Sufridos Lectores
Cierto es que mi "voy a por tabaco" fue más bien "que me voy a ser madre y ya volveré si eso" pero no es excusa, no no no!.
Mi pequeña ya tiene más de un año y a pesar de tribulaciones varias y tres operaciones, está divina. Se aúpa en la mesita del salón y baila al son de los Cantajuegos. Le da igual si suena "Estaba el Sr. Don Gato", "Pin Pon es un Muñeco", "Tengo una muñeca vestida de Azul" o "El Ratón Que Encontró Martín Debajo de un Botón". Ella baila y los mira con arrobo y luego baila más y aplaude cada vez que termina una canción.
Y ahora ha empezado a decir "cosas". Y yo me la comería a besos cada vez que dice muy seria: "zapato!"
Sigo siendo una mujer que lucha día a día para no morir en el intento (bueno está el mundo, lleno de paro y guerras y hambre y desgracias) pero ahora, además, soy una madre que intenta aportar su granito de arena para hacer de este mundo un sitio decente en el que mi hija pueda crecer y vivir. Y eso, el intentarlo por ella, me hace ser mejor persona. Y si no, que venga póngase-aquí-la-deidad-preferida-por-el-lector y lo vea.
"Te va a cambiar la vida", es lo primero que te dicen cuando vas a tener un hijo. Y es verdad. De la manera más absoluta. Por ejemplo, antes ibas a un centro comercial o tienda de ropa y te comprabas "algo para tí", ahora reciclas lo de temporadas pasadas sin dudarlo porque a tu princesa no le puede faltar de nada (hombreya).
Os deseo un buen fin de semana, a mis nueve fieles lectores y a todos aquellos que tengáis a bien leerme de nuevo o empezáis a hacerlo ahora.