jueves, febrero 21, 2008

Mordiscos de Amor

Una de las pautas para ir cumpliendo mi Desafío Beta era dejar de leer periódicos gratuitos durante el tiempo que pasaba en el metro/autobús para empezar a estudiarme los apuntes de la opo así como quien no quería la cosa. Fui fuerte, más aún, fui una heroína (esos malditos diarios enganchan una barbaridad. Son capaces de contarte las mismas noticias con distintos titulares, a cual más imaginativo e ingenioso) y si alguna repartidora (las de mi boca de metro son majísimas) me plantificaba su periódico en la cara y no tenía mas remedio que cogerlo, lo dejaba tal cual en algún sitio visible para disfrute del siguiente viajero. Total, que decidí desengancharme gradualmente llevándome algún tipo de libro ligero sobre vampiros para empezar el día sin preocupaciones y con la mente despejada.


Empecé con el segundo de una (ejem) “saga” sobre una vampiro que odia ser vampiro y se mete a trabajar en una zapatería para ganarse el pan (o la sangre). Ligerito era, desde luego, así en plan Bridget Jones pero con una vampiro diciendo palabras malsonantes a troche y moche.




Ventilada en tres días la vampiro zapatera , cogí otro libro sobre idems. Otro segundo volumen de otra (ejem) “saga” llamado Mordiscos de Amor que J.S. me había regalado de parte de los Reyes Majos del Oriente Lejano.



Todo iba bien (chica guapa es convertida en vampiro por un chico ídem de ídem para salvarla de una muerte segura) incluso había empezado a percatarme de que lo de “amor” en el título iba en serio (la trama era así romanticota) hasta que ayer, a eso de las siete menos cuarto de la mañana iba yo tan contenta leyendo mi libro en el metro (había conseguido arrebatarle un sitio a un chaval de instituto con mucha astucia y corriendo cual viej…estooo, Señora de cierta edad) when de repente llegué a la página 140…lo de las manos del vampiro guapo en los pechos de la susodicha vampiro recién convertida debería haberme dado una pista. Pero seguí leyendo y poniéndome cada vez más y más roja sin poder parar de leer. Cuando acabó la “escena”, cerré el libro de golpe. Un calorcillo me empezaba a subir por...


No veáis que interesante estaba el Adn de hoy…

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jueves, febrero 14, 2008

Amor

Jeroglífico Kanji. Ai (Amor)

Todos los años llega este inevitable día. La mayor parte de la gente reniega, gruñe e intenta hacer como si no le importara lo más mínimo y fuera cosa de los grandes almacenes. Es muy respetable que haya personas que no quieran celebrar este día como si fuera algo especial, y el no tener pareja no es excusa. Pero también es muy respetable que haya gente (sea par o impar) que desee celebrarlo y disfrutar de su ramo de flores y sus bombones.
El sentimiento que debes tener por la otra persona con la que compartes tu vida no debería ser cosa de un día. Y si lo es, replanteate tu relación porque evidentemente algo no funciona. A mi me gusta que me hagan regalos (a quién no) pero también me gusta que no sea algo impuesto por un día concreto (vaaaale, el día del cumpleaños no cuenta).
Es bonito que alguien a quien quieres llegue un día normal y te diga "al ver ésto (esta flor preciosa, este libro que habla de lo que te gusta, este gorro para que no pases frío...) me he acordado de tí".
Es bonito que alguien a quien quieres simplemente llegue a casa por la noche y te bese mientras te dice que te ha echado de menos.
Y es bonito que puedas decirle a ese alguien a quien quieres: "cariño, contigo todos los días son San Valentín".
Que no decaiga el amor.

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viernes, febrero 08, 2008

Y entonces llegó Ella

Ti y yo hemos aumentado la familia. Antes de que os pongáis contentos y saltéis dando palmitas mientras gritáis a voz en cuello: “somos tíos, somos tíos” he de confesar que Yellowsy no es ni mucho menos un bebé. Es una estilizada señora de pocas palabras que te hace sudar la gota gorda con sólo pensar en ella, mucho más cuando te montas en ella y pedaleas hasta la extenuación. Y no seáis malpensados, coñe, que estoy hablando de una bicicleta estática.

Yellowsy



Resulta que los dos hemos aumentado de peso desde que vivimos juntos (Be siempre ha afirmado que es el amor) y para solucionarlo, a parte de intentar que Ti comiera verduritas y ensaladitas sin mucho éxito, decidimos hacer deporte. Claro que hacer deporte es una expresión muy amplia. A Ti se le ocurrió que podía salir todos los días tempranito a correr. “Que te diviertas, cariño”, le dije, ya que a mí por la tarde después de trabajar me apetecía bastante poco ponerme a dar brincos por las concurridas calles de mi barrio teniendo en cuenta que no hay ningún parque decente cerca y que, habiendo un Starbuck cada veinte metros, me iba a despistar a cada rato.


Tras una intensa deliberación, comparar presupuestos de varios gimnasios y decidir lo cara que está la vida para los que quieren hacer ejercicio, decidimos comprar a Yellowsy por e-bay.


De momento una mujer más en casa, lejos de darme celos, ha conseguido que Ti prometa que se va a deshacer del galán de noche ultramegafuncionaldelamuerte (que es, por decirlo suavemente y no herir sensibilidades, “poco agraciado”) que tanto nos ocupa para hacerle sitio a ella. Ti también ha prometido no usarla de perchero y colgar toda su ropa en el armario. Al fin algo de orden roperil (Yupi)

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miércoles, febrero 06, 2008

Un Meme, ¡Chispas!


Estas chicas de Quedate a Dormir no se cansan de darme trabajo. Un nuevo meme que he rellenado con gran placer, todo hay que decirlo. Me ha traído muchos recuerdos maravillosos. ¡Gracias chicas!

Mi primer viaje: Con dos meses, recién bautizada, a Málaga. Fue toda la familia al parecer y dicen que me gustó mucho que me bañaran en el mar. ¿Será por eso que adoro tanto la playa?
Mi primer viaje en Avión fue con ocho años. De Málaga a Santiago de Compostela. Mi abuela me metió en un avión de Iberia y ¡voila! En cincuenta minutos mi mamá me recogía en Santiago. Recuerdo que la azafata me dio un chicle para la presión cuando aterrizamos y que a mi lado iba una viej…estooo, señora de avanzada edad con un enorme ramo de flores que llevó entre los brazos todo el vuelo mientras me hacía el tercer grado viej…estooo, que te hacen las señoras mayores cotillas. Aún recuerdo el cosquilleo de las margaritas en mi cara (y no es poético, es que tuve el ramo de flores en la cara todo el santo vuelo).

Mis primeros aplausos: Me acuerdo perfectamente y con muchísimo cariño. Estaba en Tercero de EGB y representábamos “El Mago de Oz” en la función de fin de curso. Yo era Dorothy. Era finales de junio y todos estaban pasando mucho calor menos yo, que llevaba un vestidito de tirantes, coletas y unas alpargatas de lazo monísimas. Mi familia me recogió al rato de haber acabado nuestra representación. Mi madre, mi abuela y mis tias me rodearon, felicitándome primero y luego, con caras curiosas me preguntaron que quién demonios era ese tipo alto y desgarbado que iba de negro sin decir ni mu y que me seguía a todas partes por el escenario. Yo contesté contundente con mis nueve años: “El perro, mamá, era el perro”. Aún recuerdo la cara de alivio de todas cuando vieron que no era un alumno psicópata.

Mi primer trabajo: El horror, el horror. Trabajé durante un mes y medio un verano como comercial de una mensajería ¡por veinte mil pts!. Tenía 16 años. Mis primeros Levi’s me los compré con aquel “sueldo”. Yo no comprendía porqué mis padres lo único que podían decir era aquello de “nos parece bien que trabajes y sepas lo que cuesta ganarse la vida”. Claro, ahora sé que estaban horrorizados del asco de sueldo teniendo en cuenta que me tenían pateando las calles (literalmente) durante ocho horas diarias.

Mi primera amiga/o: En parvulitos, claro. Mi amiga África. Jugábamos a pintarnos los labios sin espejo (su madre flipaba porque al parecer nos los pintábamos perfectos) y a ser Supergirls con los manteles. En los recreos montábamos timbas de Mazinger Z aunque siempre terminábamos mal porque todas las niñas queríamos ser Afrodita A. La cara de las profesoras no me acuerdo, pero debía ser todo un poema cuando nos veían por el patio del colegio corriendo tan felices y gritando “¡Pechos fuera!”.

Mi primera canción: Esperad, tengo que llamar a mi madre…ya está. Dice que cuando era bebé me ponía música clásica al lado de la cuna para que me quedara roque. Ah, que no vale, que tiene que ser la primera canción de la que me acuerde :-) Veamos…
Mi primer vinilo fue la B.S.O. de Regreso al Futuro. Vivan “Jonhy B. God” y Michael J. Fox tocando la guitarra eléctrica en mitad del baile del Encantamiento Bajo el Mar.

Mi primera colonia: ¡CHISPAS! No podía ser otra. Era la mejor. El primer anuncio de t.v. que influyó en mi tierna preadolescencia. La Farala fue más tarde, cuando queríamos hacernos las “mayores”.

Paso el testigo a mi novio (a ver si de meme en meme le vemos actualizar el blog), a Irenejansen y a los Plutones Verbeneros.

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